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El New Or Konpon, un bar tradicional del centro de Bilbao en la calle Licenciado Poza 33, ha experimentado una profunda transformación. A la par que ha renovado su oferta gastronómica de pintxos de primera calidad, de la mano del reconocido chef Aitor Elola, ha redefinido su proyecto empresarial conformándose como empresa de inserción.
El proyecto, que ha permitido la incorporación de cuatro personas procedentes de colectivos con especiales dificultades de inserción laboral, es fruto de una iniciativa compartida por la Obra Social de bbk, la Fundación Peñascal -entidad bilbaína sin ánimo de lucro de larga tradición en el trabajo en favor de la inserción de las personas jóvenes- y Tagliavía S.L. Esta firma, que aporta su conocimiento y capacidad de gestión empresarial para asegurar el éxito del proyecto, está liderada por Aitor Elola, chef distinguido con una estrella Michelín por su trabajo en el Restaurante Goizeko Kabi de Bilbao.
New Or konpon es la octava iniciativa que surge del Programa de Creación de Empresas de Inserción de bbk, que ya ha generado 35 empleos para personas de colectivos con dificultades de integración. La Obra Social ha dinamizado este proyecto contactando a los copartícipes -la Fundación Peñascal y Tagliavía S.L.-, asesorando en todo el proceso de puesta en marcha y aportando una financiación de 14.800 euros. Todo ello para asegurar su rentabilidad social y económica.
El Programa de Creación de Empresas de Inserción de bbk ya ha generado 35 empleos para personas con dificultades de integración.
El proyecto ha permitido la recuperación de un bar tradicional en la calle Licenciado Poza, pero sobre todo servirá para completar la formación y dotar anualmente de experiencia a cuatro personas en riesgo o situación de exclusión en Bizkaia, asegurando su capacitación y su posterior inserción laboral.
Al frente del proyecto New Or konpon se encuentra el cocinero bilbaíno Aitor Elola. A pesar de su juventud, ya cuenta con experiencia en empresas de inserción pues también participa en el proyecto del restaurante Medrano. "Nuestra empresa -Tagliavía S.L- lleva tiempo colaborando con la Obra Social de bbk y la Fundación Peñascal. Nos hemos aventurado en este proyecto porque contamos con el amparo de dos entidades muy fuertes que lo hacen posible. Si surge un problema de cualquier índole se detecta muy pronto y nos sentimos totalmente apoyados por la tutela permanente de la fundación Peñascal".
La Fundación Peñascal trabaja con personas que, a pesar de que generalmente hayan sufrido situaciones de fracaso escolar, están plenamente capacitadas para aprender un oficio. Estas personas eligen el sector profesional en el que quieren desarrollar su vida laboral y se comprometen a seguir un proceso de formación que les capacite para alcanzar su objetivo. En base a sus capacidades, destrezas, situación personal y necesidades, la Fundación Peñascal diseña y aplica un itinerario individualizado y específico para cada persona. La Fundación Peñascal trata de aportar soluciones a personas que sienten que no tienen expectativas, ni posibilidades para normalizar su situación laboral y personal.
La Fundación Peñascal trabaja anualmente con 2.000 personas que tienen un itinerario de formación personalizado. De ellas, entre el 70% y el 80% se incorporan laboralmente en el mercado ordinario en diferentes sectores, como hostelería, carpintería y metal. El resto logra sumarse al mundo laboral a través de las empresas de inserción, en las que viven un proceso de maduración profesional que supone un trampolín para el acceso al mercado laboral ordinario. La Fundación Peñascal tiene tres empresas de inserción de hostelería: el New Or Konpon, el restaurante Izarza y el restaurante Bilbao y estudia la posibilidad de crear más empresas de este tipo.
Las entidades sociales no pueden abordar en solitario la creación de empresas de inserción. Para ello, necesitan el concurso de empresarios. A pesar de que las empresas de inserción reciben el apoyo de la Obra Social de bbk y de otras entidades de acción social, no es fácil encontrar empresarios y empresarias dispuestas a abordar proyectos de estas características y a invertir energías en el apoyo a la capacitación profesional de personas con especiales dificultades para acceder al empleo.
Los proyectos sociales no deben asociarse con la falta de rentabilidad. Las empresas de inserción, como lo hacen las demás, buscan la rentabilidad económica, pero además adquieren un compromiso social relevante con la formación profesional.
La normativa reguladora de las empresas de inserción establece que los trabajadores podrán permanecer hasta tres años en esta modalidad laboral, pero, en muchos casos, la rápida adaptación al puesto acelera los procesos.
En cualquier caso los plazos dentro de este margen suelen ser personalizados, ya que cada persona presenta situaciones particulares.
El compromiso de la Fundación Peñascal es lograr que las personas a las que atiende logren la inserción socio-laboral. Por eso, trabaja especialmente en sectores profesionales en los que la demanda de personal es elevada, como es el caso de la hostelería, y en los que cada vez los requerimientos de cualificación son superiores.